Dominion: Prequel to the Exorcist
Direcci?n: Paul Schrader
Gui?n: William Peter Blatty y William Wisher Jr.,
Fotograf?a: Vittorio Storaro
Duraci?n: 112 minutos
Reparto: Stellan Skarsg?rd .... Lankester Merrin
Gabriel Mann .... Francis
Clara Bellar .... Rachel Lesno
Billy Crawford .... Cheche
Ralph Brown .... Sargnto Major
Israel Aduramo .... Jomo
Andrew French .... Chuma
Antonie Kamerling .... Kessel
Julian Wadham .... Mayor Granville
Eddie Osei .... Emekwi
Ilario Bisi-Pedro .... Sebituana
Argumento: Lankester Merrin investiga, otra vez, una misteriosa iglesia en ?frica y los extra?os sucesos que ocurren en el lugar, que parecen afectar a toda la poblaci?n.
Comentario: La pel?cula comienza contando, quiz? demasiado pronto, el motivo de la p?rdida de fe de Merrin (durante la guerra), sobre el que m?s tarde incide en un sue?o de tomo surrealista, confuso y absurdo que m?s tarde se intenta interpretar torpemente.
Merrin y Rachel apenas se comunican
La relaci?n de Merrin con los otros personajes principales, a los que ya parece conocer, apenas se esboza, sobre todo el pasado com?n con la doctora (ambos han tenido experiencias con los nazis) se menciona y se olvida al instante, evitando cualquier intento de identificaci?n o comprensi?n entre ellos.
El contraste entre el protagonista desenga?ado hasta tal punto que se niega a hablar del tema y el sacerdote ? jesuita - joven, idealista, con una fe pura, casi ingenua, sufre similar desatenci?n por parte del gui?n, desaprovechando las posibilidades emocionales y dram?ticas de las situaciones y conversaciones que mantienen sobre la fe, Dios, etc..., aunque dir?a que Francis es el personaje (y la interpretaci?n) m?s convincente de la pel?cula.
El sacerdote y el renegado
El posible misterio se ve diluido por una puesta en escena sin fuerza: Por ejemplo en la primera incursi?n en el interior de la iglesia, en la que entran sin la menor dificultad por la puerta, la encuentran completamente iluminada por la luz que traspasa la c?pula, adornada por dibujos en las paredes que quiz? son lo mejor de esta excursi?n, relatando la guerra de los cielos centrada en San Miguel y Lucifer.
La elecci?n del personaje objeto de la posesi?n del Maligno podr?a ser interesante, sobre todo por su evoluci?n, tanto f?sica como intelectual que culmina en un enfrentamiento en lo m?s profundo de la iglesia (estas escenas, incluyendo los efectos especiales de levitaci?n y ?caras raras?, resultan m?s rid?culas, incluso pat?ticas, que terror?ficas) que tras una charla sobre Dios y toda la parafernalia habitual se limita a ?tentar? a Merrin con la posibilidad de cambiar el pasado (algo que ya le pasaba a Schwarzenegger en ?El fin de los d?as?), aunque parezca surtir efecto en su ?nimo, quiz? porque la alternativa tampoco es ideal.
Consuelo
Schrader ha juntado un mont?n de escenas sin aparente orden, emoci?n ni final, cort?ndolas abruptamente y produciendo la sensaci?n de que falta algo (mucho) que contar.
Sin hablar de los rid?culos efectos especiales (unas hienas digitales que encima ni siquiera son utilizadas dram?ticamente, los efectos de levitaci?n del final...).
Entre esto y la carencia de emoci?n y/o tensi?n con que est?n rodadas y montadas, resulta una pel?cula anodina, en que la continua incidencia en la p?rdida de fe de Merrin va perdiendo inter?s al mismo ritmo que se desarrollan los acontecimientos.
Francis intenta curar a Cheche
Confusa, fr?a, consigue, tristemente, hacer ?buena? la versi?n Harlin (bastante diferente en cuanto a los hechos, apenas en el ?fondo?), que plasma con mayor intensidad, y menos pretensiones, el sufrimiento de Merrin, consiguiendo una sentida interpretaci?n de un Skarsg?rd que en ?sta parece despistado, fuera de lugar, al igual que la mayor?a de los int?rpretes, exceptuando quiz? a Billy Crawford, que quiz? se luce por lo espectacular de su personaje, y a Gabriel Mann, el ?nico que parece sentir con intensidad los acontecimientos, adem?s de sufrir mucho en varios sentidos (incluida su propia interpretaci?n de asaeteado San Sebastian).
La pel?cula ten?a elementos adecuados para profundizar en temas como la fe y la naturaleza del mal. De hecho, hubiera podido hacerlo mejor que la de Harlin (el sacerdote joven est? mucho m?s aprovechado, y el personaje elegido como objeto de posesi?n es m?s interesante y menos tramposo que en la otra versi?n), m?s pendiente de truculencias que de reflexiones morales o filos?ficas, pero no lo ha conseguido.
Merrin y su crucifijo se alejan en el crep?sculo
Como era casi previsible, ninguna de las dos precuelas de ?El exorcista? est? a la altura de la pel?cula original.
Comentario de El exorcista: el comienzo (2004) *** T ***